Por tanto, con la finalidad de suplir esa falta de expertos dentro del ámbito de la Educación Física y aportar conocimiento y experiencia en este campo para mejorar la formación física del personal del ET, consiguiendo así aumentar la operatividad, se pretenden afrontar los problemas que derivan de esta carencia de personal y tiempo.
El primero de los problemas a abordar es renovar la estructura que asegura que los entrenamientos que se planifican para las unidades son los adecuados. Tal como se conciben en el ámbito del ET, las sesiones de entrenamiento constan de tres partes: calentamiento, parte fundamental y vuelta a la calma. Actualmente, hay fichas que se encuentran disponibles en el manual de Instrucción Físico Militar MI-003, único sitio donde están disponibles, aunque presentan una variedad importante de ejercicios para realizar cada una las partes de las sesiones y combinarlas como se considere adecuado. Eso implica que para poder ejecutarlos, los encargados de los distintos grupos de formación física deben imprimir una copia, plastificarla para que no se estropee demasiado y llevarla consigo, aprendérsela de memoria o bien llevarla en algún formato digital teniendo que utilizar algún visor para poder seguir la rutina correspondiente.
En la práctica, más allá de las incomodidades para el encargado y los deportistas, esta situación refleja una falta de control por parte de la ECEF sobre el uso de las fichas. Esto plantea dudas acerca de la validez de los entrenamientos realizados en el ET, tanto en términos de la validez de las fichas, cuya eficacia no ha sido comprobada, como de la eficiencia y eficacia de los entrenamientos en sí. Además, la preparación de las sesiones demanda tiempo, ya que encontrar las fichas adecuadas al objetivo puede ser un proceso laborioso y poco optimizado. Aquellos que encuentran complicado el uso de las fichas suelen recurrir a sus propios conocimientos o experiencia, que no siempre resultan ser los más apropiados, para diseñar entrenamientos que les permitan alcanzar sus metas deportivas.
Es, por tanto, importante facilitar el acceso y la consulta de las distintas fichas de entrenamiento a los encargados de la formación física. De la misma forma, reducir la complejidad de la estructuración de una sesión contribuiría enormemente al uso de fichas y, por tanto, al uso de entrenamientos que han sido diseñados y pensados adecuadamente para aprovechar la sinergia de unos con otros y permitir la supercompensación, mejorando así la forma física de los deportistas.
Precisamente, esa supercompensación necesita no solo de una planificación adecuada, sino que además necesita de una supervisión continua que debe llevar el encargado de los entrenamientos, en base al esfuerzo que realiza cada deportista. Para poder conocer este esfuerzo subjetivo se necesita de interacción con los ejecutantes de los distintos entrenamientos, conocer sus sensaciones al acabar el ejercicio y llevar un seguimiento del mismo.
Esta interacción y seguimiento no tiene unificado un control, desconociéndose en cuántos casos esa supervisión se ejecuta o se deja de ejecutar. Si lo que se pretende es mejorar la condición física del personal del ET para así evitar futuras sobrecargas, lesiones o el desaprovechamiento de las sesiones de entrenamiento4, el control de ese esfuerzo es crítico.
En definitiva, todos estos problemas muestran que la gestión de la formación física en el ET es mejorable y por tanto, la condición física de los miembros del ET, independientemente del nivel que posean ahora, es mejorable, que debe ser el objetivo que se persiga.
Por otra parte, como se ha comentado anteriormente, el avance de la sociedad hacia la actualidad ha permitido que la divulgación de investigaciones en el campo del deporte aumente muy notablemente, a la par que el acceso a las mismas, promoviendo así la actualización de conocimientos. Sin embargo, como contrapunto, no toda la información accesible ni todas las investigaciones que se encuentran disponibles en los portales de conocimiento de mayor acceso son del todo adecuadas o carecen de una base importante. Por ello, es necesario que haya una guía a la hora de impartir conocimientos en este área o de actualizarlos.
Esta guía busca permitir que los distintos expertos o personal con experiencia en la materia pongan en común sus conocimientos y sus investigaciones para poder discutirlos y, de esta manera, actualizarlos. Actualmente, la única formación que se imparte desde la ECEF es el Diploma en Educación Física del Ejército de Tierra, pero para actualizar la formación del personal diplomado, se considera necesario la formación de un Aula de expertos donde poder avanzar en su formación.
Resolviendo estos otros problemas, el resultado que se obtiene y por tanto, el objetivo que se debe perseguir, es aumentar la formación del personal diplomado en Educación Física.